Pero son más las veces* que sí recuerdo quién está detrás de esas noches llenas de caricias, de abrazos eternos, de palabras húmedas, de ganas de comerse el mundo, de comernos a nosotros mismos, de risas, de camisetas fuera, de quedadas en el mismo bar, nuestro bar, de bebidas en la misma copa, de canciones pedidas con excusa para bailar, de vueltas en taxi con el sol en la calle, de sábanas revueltas, de colchones usados, de desayunos tardíos, de chistes malos, de bromas sin sentido, de horas en silencio, de lecturas compartidas, de miradas comprometidas, de besos a traición y con descaro.
Son noches imaginando un futuro próximo con tu risa acariciando mis labios,
Son noches imaginando un futuro próximo con tu risa acariciando mis labios,
noches de borracheras inimaginables y preciosas.
Marzo, 2014. Seguimos en pie.
(Son esas noches que siempre acaban al día siguiente con un quedate a comer, por favor, prometo llevarte a la luna si te quedas).