jueves, 8 de marzo de 2012

Pasado..

Mañana dejo de beber...
Eso me prometo, noche tras noche, cuando salgo y se lía -o en su defecto, la lío-.Pero nunca lo dejo.
Anoche mismo, me recordaba M* como me conoció...-Llevabas coleta, sonreías, kalimotxo en el vaso y ganas de hablar[me]-.No es difícil recordar lo que sostenía en un vaso grande de plástico, una chica de 15 años; por aquella época todos llevábamos lo mismo en los conciertos del pueblo.Aun así, me hizo gracia que, 10 años después, recordara mi bebida y que...
...que anoche ya tuve suficiente.Vaya música, no recordaba lo que era una sesión de "chumbachumba" sin entender nada. Me prometí a mi misma que si no quería darle la noche a nadie, tendría que beber rápido, y así, se me pasaría antes (la noche, el chumbachumba sin sentido, las fiestas del pueblo, la gente conocida, la no tan conocida,...)Qué triste es refugiarse en el alcohol a veces*, pero que divertido sabe cuando empieza a darte igual el chumbachumba y lo bailas todo, aunque no sepas siquiera si eso se puede bailar. Lo malo vino después, cuando se te ocurrió llamarme. Y discutimos,
te eché en cara que eres de fuera y que no lo soporto. Tú te cansaste de escuchar la misma canción, borrachera tras borrachera, a diferencia que esta vez, no estabas para cogerme la cabeza cuando acabé en el baño.




El verano pasado te eché de menos. 
Pero tú eso ya lo sabes.
A veces no recuerdo quién esta detrás de las noches de borrachera, de discutir, de meterse en líos, de llorar, de gritar, de aguantar cabezas en baños ajenos.
De noches en vela con un porro en mis labios y una cerveza en tu mano.

[a veces* se nos olvida que el alcohol sólo nos ayuda a decir aquello que siempre llevamos dentro].
agosto 2011,
Se acabó.

Y si quieres conocerme, tendrá que ser tras la barra de un bar, con una copa en la mano. Y recuerda, ya no es kalimotxo, ahora es gin-tonic que suena más chic.